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lunes, agosto 31, 2020

VIAJES ASTRALES

 Qué es el Mundo Astral y/o un Viaje Astral?

El mundo o plano astral se reconoce como un mundo invisible que corre paralelo al nuestro y lo interpenetra, pero sigue sin ser visto en nuestros estados normales de conciencia. En él todos los pensamientos, deidades, espíritus y “vidas mágicas” esperan ser llamados al mundo de lo manifiesto.

En el plano astral puede realizarse todo tipo de magia y ritual con gran eficacia, pues es allí adonde deben ir sus energías antes de manifestarse. Mientras permanece allí, puede encontrar un lugar probable para trazar un círculo y trabajar un hechizo, o también puede viajar hacia otros lugares para trabajar la magia astral, por ejemplo, apareciéndose en cuerpo astral junto a la cama de un amigo enfermo que le ha pedido ayuda para curarse.

La proyección astral se define mejor como el arte de enviar conciencia a voluntad hacia un lugar fuera del cuerpo físico. Aunque esta proyección en última instancia permanece en la mente, y de esta manera es sinónimo del término "lugar interior", no deja de ser un lugar real poblado por seres muy reales y que contiene fenómenos muy reales. Este es el mundo donde deben tomar forma todos nuestros pensamientos y sueños antes de que podamos llevarlos al plano físico a través de la magia. También es el hogar de los poderes elementales y de los espíritus que habitan en ellos.

Las personas que se hallan en un estado proyectado tienen realmente una parte de sí mismas "fuera de allí" en alguna parte, aunque ésta sea una proyección de la conciencia, no del alma. Algunas personas psíquicamente sensibles han sido capaces de ver a esos viajeros astrales, incluso algunos han regresado magullados. Tomo este último ejemplo como prueba del poder de la mente para afectar en el nivel físico lo que se ve en el mental. ¡Magia en acción!

La magia astral se considera habitualmente como una habilidad avanzada, aunque la simple proyección en el plano astral no suele serlo. Este es un concepto terriblemente confuso para las personas que tratan de aprender a proyectar y no lo consiguen. El control pleno de la proyección astral requiere esfuerzos repetidos, más que cualquier otra habilidad que aprenda.

El mejor momento para intentarlo y conseguirlo es practicando intentar salir de nosotros mismos justo antes del momento de quedarnos dormidos. 

Debemos vernos desde fuera, tumbados en la cama como si el que estuviera allí estirado fuera otra persona. Y a partir de ahí podrás "viajar" primero por tu habitación, luego por tu casa, luego podrás salir de ella y por fin "viajarás" a dónde tu quieras... Pudiendo incluso visitar lugares que nunca has pisado o gente de otros países.

El fino hilo de plata no dejará que te pierdas por el espacio, te mantendrá unido a ti como el cordón umbilical del feto a la madre.

Como ves es una forma barata de viajar, pero debes hacerlo bien e informarte por alguien experto antes de lanzarte a la aventura.

En mi programa de radio conté algunas experiencias personales con viajes astrales y también podrás leerlas en mi libro “Tejiendo Almas. Algo más que Casualidad”.

Mi consejo es que practiques mucho y seguro que con paciencia y empeño lograrás conseguirlo. Recuerda especialmente no tener miedo de dejarte llevar, ni de nada, pues el miedo solo te frenará y según mi parecer no hay nada que temer ni que pueda dañarte en ese viaje gratuito por donde desees de este mundo, o con suerte y mucha práctica: el del “otro lado”.

Gracias por leer hasta aquí 

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SUSANA SIETE LUNAS

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martes, julio 14, 2020

QUÉ ES LA RELAJACIÓN Y COMO CONSEGUIRLA

RELAJACIÓN

La relajación es un estado de ausencia de tensiones.
Es importante aprender a relajar tu cuerpo y tu mente, pues cuando el cuerpo está tranquilo, libre de tensiones innecesarias, puede trabajar mucho mejor y sin gastar energías innecesarias, acumulándolas para cuando si las necesites.
Es fácil de aprender porque no requiere el menor esfuerzo sino todo lo contrario. El arte de relajarse es, sencillamente, comprender que cuando queremos descansar toda tensión muscular es inútil.
Para formarse una imagen de lo que es relajarse conviene que tires un abrigo o un vestido sobre tu cama. Obsérvalo al caer y mira como queda sobre el colchón tal como cayó, sin realizar el menor esfuerzo para sostenerse. ¿Te has quedado con la imagen?
Cuando trates de descansar tu cuerpo sobre la cama o en un sofá imagina que es el abrigo o el vestido. Abandónate al mullido encanto del colchón o del almohadillado de tu sillón.
Muchas personas piensan que es difícil relajarse. Viven en continua tensión y, por otra parte, ni en la escuela, ni en casa, ni en la universidad nos enseñaron la manera de hacerlo. Así no es extraño la enorme cantidad de dolores y malestares que acumulamos con los años.
Hay ciertas personas que les da, literalmente, pánico relajarse. Cuando duermen sus cuerpos parecen tablas. No descansan bien y están llenas de preocupaciones y dolencias diversas. ¿Por qué les da miedo lo que debería ser una sensación enormemente gratificante y placentera? Porque se han formado un programa mental que identifica la quietud y la relajación con la muerte o incluso con perder el tiempo... Sienten la compulsiva necesidad de sentir sus cuerpos y les parece que relajarse es abandonar su organismo. Tienen "miedo" hasta de dormir.
La relajación es agradable, placentera, gratificante y sinónimo de descanso y bienestar. Porque un cuerpo relajado puede funcionar mejor, recuperarse, armonizarse y curarse.
No existe estado más propicio para la curación del cuerpo, el descanso y la investigación onírica que la tranquila relajación.
Por eso voy a ayudarte a relajarte.
Pronto tendrás la satisfacción de haber dado un paso más de cara a tu equilibrio físico y psíquico.
Relajarse es abandonar hasta la intención de hacer algún esfuerzo físico.
Para relajarse simplemente hay que hacer NADA.
Piensa en el abrigo o el vestido.
Te sugiero que observes, estos días, cómo caminas, cómo te sientas, cómo trabajas. Trata de darte cuenta de la cantidad de músculos que utilizas innecesariamente. ¿Sabes la cantidad de energía que desperdiciamos cada día en tensiones musculares inútiles? ¿Podrás hacerte una idea de lo que tu cuerpo podría conseguir si pudiera utilizar esa energía para algo útil?
Conviértete en observador de tu propio cuerpo.
Detecta las fugas de energía.
Trata de hacer las actividades cotidianas usando sólo los músculos necesarios.

RELÁJATE

Ahora realizarás tu primer ejercicio sentado en un agradable sillón. 
Ponte cómodo y cierra los ojos.
Presta atención a tu cara. Normalmente, el que relaja su cara podrá relajar todo su cuerpo. Por eso vamos a fijarnos en las tensiones que acumulamos en la cara. Haz todos los gestos y carantoñas que se te ocurran. Cuando hayas movilizado todos los músculos de la cara pon tus dos manos sobre ella y siente como este acto te tranquiliza. Respira hondo, suavemente.
Deja tus manos caer sobre el regazo e imagina que tu cara es de goma. La tensión se va disipando y se borran las arrugas, se estiran los músculos por efecto de la gravedad. La expresión forzada de la cara se difumina, se borra... hasta que sientas que toda la tensión de tu cara ha desaparecido.
Ahora tu rostro ha rejuvenecido, está sereno, tranquilo, y esa paz la sientes por todo el cuerpo.
Cuando tu cara esté relajada pondrás en práctica una experiencia que te proporcionará una sensación especialmente placentera:
Con los ojos cerrados moverás ligeramente los músculos que nos hacen adoptar el gesto de la sonrisa. Sonríe ligeramente, aunque no tengas ganas.
Cuando hayas formado en tu rostro una sonrisa, respira hondo para que tu sonrisa inunde todo tu cuerpo y bañe todas tus células. Respira tres veces llenando cada parte de tu cuerpo con esa sonrisa.  
Si lo haces no necesitarás que te demos ninguna explicación más.
Ese será nuestro secreto.

TRUCOS PARA APRENDER A RELAJARTE

Te voy a explicar algunas técnicas para aprender a relajarte. Posiblemente alguna te parezca más interesante que las otras o se adapte mejor a tu carácter. Experimenta con ella; cuando sepas relajar tu cuerpo no precisarás de ningún tipo de ejercicio especial. Para aprender a relajarte no es necesario un tiempo definido de aprendizaje. Puedes saber cómo, de manera inmediata. Cuando te des cuenta de lo que te impide hacerlo, todo estará resuelto.

TÉCNICA 1:

Acostado, sentado o como mejor te encuentres, comienza imaginando una energía de color azul, muy agradable, que envuelve tu cara. Esa energía envuelve tu rostro y penetra hacia adentro proporcionándote una gran sensación de bienestar. Deja que esa energía azul relaje toda tu cara y tu cabeza. A continuación continúa imaginando esa energía envolviendo y penetrando cada parte de tu cuerpo: cuello, hombros, brazos, manos, pecho, espalda, abdomen... hasta los pies. Sigue tu propio ritmo, no tienes prisa. Finalmente imagina todo tu cuerpo envuelto en esa relajante luz azul. Experimenta el descanso que te proporciona. Permanece en ese estado de relajación el tiempo que quieras. Nota como tu cuerpo se encuentra feliz y descansando.

TÉCNICA 2:

Especial para imaginativos y juguetones. Imagina que tu cuerpo es una gran fábrica. En todo
tu cuerpo trabajan frenéticamente miles y miles de enanitos. Ahora tú determinas que es tiempo de descansar. Decides que todos esos pequeños trabajadores han de abandonar sus puestos de trabajo para que tu fábrica repose. Empieza desde la cara y visualiza cada parte de tu cuerpo, como en el ejercicio anterior. Ordena a esos enanitos que se retiren, que dejen de trabajar y a medida que lo hacen observa como tus músculos se relajan, las tensiones desaparecen. Puedes hacer que se reúnan todos alrededor del ombligo donde unas naves espaciales llevarán a esos miles de obreros a sus casas, lejos de tu cuerpo. Si prefieres el transporte terrestre imagínalos abandonando tu cuerpo a pie o en los vehículos que quieras. Cuando se retiran de sus puestos de trabajo, la fábrica (tu cuerpo) queda en paz, relajado, en silencio, en armonía.

TÉCNICA 3:

Se trata de imaginar la circulación sanguínea. Una de las curiosas virtudes de la imaginación es que cuando dirigimos la atención a una parte de nuestro cuerpo la circulación sanguínea en esa área se incrementa. Imagina tu cara y la sangre circulando por ella. Imagina cada una de las partes de tu cara (no tenemos prisa). Ve tus ojos, imagina como llega la sangre a ellos. Cuando lo hagas notarás un agradable calorcito y una sensación de relajación y descanso. Imagina parte por parte tu cuerpo viendo como circula la sangre entre cada músculo y cada órgano. Llega, así, a tus pies. Todo tu cuerpo estará relajado. Verifícalo. Si alguna parte se ha vuelto a tensar mientras tanto dedícale un poquito de atención y problema resuelto. Ahora tu cuerpo descansa feliz.

TÉCNICA 4:

En primer lugar corta unas pocas hebras de un ovillo de lana. Cuando tengas unas cuantas, de
igual longitud, coge un extremo con una mano y el otro con la otra mano. Sitúa las hebras, tensas, en posición vertical. Ahora suéltalas por el lado que está abajo. Las hebras permanecerán colgadas desde la mano que las sujeta por arriba. Sólo que ahora parecen estar relajadas, ya no están tensas. Quédate con esta imagen. Realizarás el recorrido que te es familiar por todo tu cuerpo, desde la cara hasta los pies. Imaginarás que cada uno de los músculos que puedas identificar (no importa la precisión con que lo hagas) son hebras de lana. Están tensos. Suéltalos por uno de sus extremos como hiciste con la lana hasta verlos relajados. La imagen de las hebras musculares sueltas evocará el estado de relajación. Siente como se "sueltan" las fibras musculares de todo tu cuerpo. Permanece relajado unos minutos o todo el tiempo que quieras.

TÉCNICA 5:

Este ejercicio se basa en un fenómeno fisiológico muy interesante. Tú sabes que todo tu cuerpo está cubierto de piel. La piel, a su vez, posee millones de pequeños poros que comunican el exterior con el interior. Inicia tu recorrido desde la cara. Imagina que los poros de tu piel se hacen más y más grandes. La piel da de sí, se distiende, se afloja, los poros crecen y crecen. Cuando termines tu recorrido por el cuerpo parecerás (en tu imaginación) una especie de queso gruyere. Un saco de piel cedida, floja, relajada. Naturalmente tu piel, en realidad no cederá ni un milímetro. Pero al imaginar esto, actúas sobre las terminaciones nerviosas que van a producir el milagro de la relajación. Es fantástico. Pruébalo. Luego piensa que el aire entra y sale por esos poros gigantescos como en una esponja. Imagina que respiras con cada uno de esos grandes poros y el aire circula por el interior de tu cuerpo. Experimentarás una gratísima sensación de bienestar.

Ahora ya tienes ideas para trabajar.
Aprende a relajarte y nunca te arrepentirás de haberlo hecho.

RELAJA TU MENTE

Los ejercicios anteriores utilizan la atención y la imaginación. Cuando se realizan como un juego, una diversión más que una disciplina, hacen que nuestra mente se evada de las preocupaciones cotidianas que nos tensan, nos preocupan o desequilibran.
Cuando tu cuerpo esté relajado puede concentrar su atención en una buena música, una
música relajante que previamente habrás elegido y puesto en tu equipo. Sumérgete en la música como la abejita en la flor. Deja que tu cuerpo y tu psique vibren con cada nota, con cada silencio. La música es una especie de don divino. Sana nuestro cuerpo y nuestra mente.
La mejor práctica de relajación mental que te puedo sugerir es:
Imagina que la música penetra en ti por los pies, se expande por todo tu cuerpo, lo armoniza y sale en forma natural por cada poro de la piel. Comprende que el poder de la imaginación y la música hacen verdaderos milagros. La auténtica felicidad está en las cosas aparentemente pequeñas.
Si no puedes escuchar música donde te encuentres en esos momentos, contempla un bello cuadro, una lámina, dibujo, foto o pintura que te inspire agradables sentimientos. Mírala con los ojos abiertos y luego, alternativamente, con los ojos cerrados sintiendo que los colores y la imagen penetran y bañan todo tu cuerpo.

Hay quien prefiere vocalizar, mentalmente, algún sonido elemental.
Puedes utilizar el famoso OM hindú. Ocupa toda tu mente con este sonido mental alargando el sonido de sus letras, así: oooooooooooooooommmmmmmmmmmm.
Deja que en todo tu cuerpo resuene esta sílaba.

Observa todos los beneficios que puedes obtener con sólo unos minutos de práctica. 
(Thomas Browne, Religio M) 


Gracias por leer hasta aquí y por dejar tu comentario de como te relajas tú, si usas alguno de estos métodos... o por sugerir tema del que te interesa que hable en próximos artículos de este Blog. 

SUSANA SIETE LUNAS
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martes, mayo 05, 2020

QUÉ ES Y COMO VER: EL AURA


 EL AURA


El aura es la fuente energética que poseemos desde el momento de nacer y nos acompaña hasta el día en que morimos. Es parte fundamental del auto conocimiento para nuestro desarrollo personal, pues a través de ella podemos tener una idea de nuestro estado interior y a consecuencia de ello, saber como arreglar lo que nos está ocurriendo...

En 1939 Kirlian, descubrió las radiaciones emitidas por el cuerpo humano trabajando en su laboratorio electro-terapéutico, al ver destellos sobre la piel de un paciente. Desarrolló después un método de ver el aura mediante el uso de una placa fotográfica. Desde ese momento existe alguna evidencia científica probada del campo magnético alrededor del cuerpo humano.

Esta radiación, no tiene un único color, puede cambiarlo dependiendo del estadio de nuestra vida en que nos encontremos, nuestro estado emocional, espiritual y de salud, demostrando ser una herramienta útil en el diagnóstico de enfermedades.

El aura influye mucho en las relaciones personales, por ejemplo: hay personas con las cuales al estar con ellas nos sentimos intranquilos, incómodos, molestos o no nos agrada la persona... esto es por que debe tener un alma con tonos oscuros fuertes que no nos son compatibles con los colores de nuestra aura... y de igual manera cuando nos encontramos con alguien que nos es agradable y nos inspira confianza, nuestras auras se identifican y gustan de ellas, por eso la convivencia es amena.

Hay distintas técnicas para poder llegar a ver el aura de las personas y algunas pueden verla sin practicar siquiera....

Pero este es un tema muy largo del que AMPLIARÉ LA INFORMACIÓN (si te interesa déjame un comentario más abajo o escríbeme a mi correo electrónico) y proseguiré con este artículo próximamente.

CÓMO VER EL AURA

Si quieres intentar ver tu aura, practica lo siguiente:

-Ponte de pie, junto a una pared blanca,

-haz un punto diminuto a la altura de tus ojos y mirando hacia él, básicamente, con la nariz pegada a la pared,

-respira profundamente y no pienses en nada, relájate y concéntrate sólo en el punto, permanece así por unos minutos,

-al cabo de un rato, deberías poder visualizar a tu alrededor el reflejo de tu aura.

¡¡¡Si lo intentas repetidamente, lo conseguirás!!!

Gracias por leer hasta aquí y por dejar tu comentario o por pedirme el tema del que te interesa que hable en próximos artículos de este Blog. 


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