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martes, diciembre 29, 2020

Trucos y supersticiones - 31 de diciembre

LA NOCHE DE FIN DE AÑO

Nos han llegado de generación en generación (y algunos los enviasteis vosotros mismos: los oyentes de mi programa de radio, seguidores, lectores, consultantes, incluso algunos clientes... por y para estas fechas) algunos trucos mágicos de brujas de la noche de Año Nuevo después de comer 12 uvas (o a las doce en punto si no las comes) pero: ten en cuenta de elegir bien y sólo hacer uno ¡sólo uno!

Es justo esta noche mágica, la que debemos aprovechar para pedir nuestros deseos, hacer el ritual mágico (te invito a leer el anterior artículo a este que estas leyendo en el que te cuento como hacer el ritual paso a paso) y además, a las 12 horas en punto, o justo después de las campanadas, elegir una de estas formas que como he comentado antes nos han llegado de generación en generación y dicen que funcionan ¡siempre!

Si sabes alguna otra, nos la puedes dejar en la ventanita de los comentarios, justo debajo de este artículo y así podremos probar el año que viene.

- ABRE LAS VENTANAS de casa para que pueda entrar todo lo que te trae de nuevo el año nuevo.

- TOCA CAMPANAS para recibir el año nuevo con alegría y positividad.

- BARRE ALGUNOS BILLETES que habrás puesto en el suelo, fuera de la puerta de entrar a casa y los barres de fuera hacia dentro de casa

- PISAR TODOS LOS BILLETES QUE TENGAS (debes hacerlo en tu casa o tu habitación) y cuando lo hagas, tendrás que decir: "ASI COMO piso estos BILLETES, MIS PASOS SE DIRIGEN HACIA el DINERO, ASI COMO piso este DINERO A MIS CUENTAS ENTRAN MÁS ingresos"

-Sentarse y volverse a levantar de la silla, con cada una de las doce campanadas, dicen que hace que ese año haya un matrimonio en la familia, o se case quien ha estado levantándose y sentándose en cada campanada.

-Si recibes el año nuevo con dinero dentro de los zapatos, te dará mucha prosperidad económica. Así que acuérdate de ponerte algunos céntimos a los zapatos, antes de las doce de la noche.

-Para tener mucha ropa nueva durante el año que viene pese a la crisis, tendrás que ponerte la ropa interior al revés, la noche del treinta y uno de diciembre.

-Ponerte ropa interior roja el día de fin de año, invita a encontrar el amor de tu vida en el año que comienza.

-Pero si la ropa interior es amarilla, te traerá mucha felicidad y alegrías.

-Comer una uva (en cada campanada) a la vez que pides un deseo, hará que todos se cumplan.

-Y si después de comer las 12 uvas de la medianoche, cuentas las semillas (mejor antes de comerlas se las sacas y las comerás más fácilmente...) pues, si cuentas las semillas y juegas este número de "huesecillos" a la lotería, dicen que ganas seguro.

-Dicen que si cenamos ni que sea una cucharadita de lentejas, nos traerán prosperidad para todo el año entrante.

-Sacar las maletas fuera de la puerta de casa, a las doce de la noche, del día 31 de diciembre, llevará hacia ti que en el año nuevo hagas muchos viajes.

-Y también dicen que salir fuera la calle y dar una vuelta andando, alrededor de la manzana más cercana, cargando el equipaje hará que tengas un año nuevo con unas buenas vacaciones.

Otro truco que también puedes hacer con el anterior que hayas elegido:

Para el día 31 de diciembre, a las 24 horas en punto si es posible. Cuando acaba de sonar la última campanada se puede hacer otro truco mágico, algo más largo, pero vale la pena tomar nota y hacerlo.

La tarde del 31 de diciembre haz una meditación sobre todo lo que recuerdes haber vivido este año que ya no quieres que vuelva a pasar, y borra, escoba o tira todo lo que ya no quieres.

El día siguiente, 1 de enero, haz otra meditación pensando en todo lo que quieres que pase este año nuevo, tienes que ver en tu imaginación-meditación como si ya hubiera pasado, tienes que ver como pasa todo eso que quieres atraer, en tu mente.

Si no sabes o no se te da muy bien meditar, haz este otro:

Unos días o unos minutos antes de las doce de la noche, escribe en un papel blanco sin cuadricula ni rayas, ni dibujos, etc ... los inconvenientes o sucesos que te pasaron el año pasado, que no te gustaría volver a vivir.

Como aquellas situaciones y aspectos de ti mismo que no te acaban de gustar, y cuando acabes TU LISTA, o unos minutos antes de las doce, dobla el papel 3 VECES y QUÉMALO CON CERILLAS DE MADERA.

Habrás quemado todo lo que ya no quieres en tu vida, para que no vuelva a pasar.


¡Y no te olvides de brindar por el nuevo año!

Y recuerda:

Cuando suene la primera campanada de las 12 de la noche, da gracias por todo lo que has vivido y pide que lo que no fue bien no vuelva a ti, que ya aprendiste la lección, que no se repita más y agradece todo lo que está por llegar en este nuevo año y después dedícate a pasarlo bien y a atraer las buenas energías hacia tu vida.

Copyright 2009 Susanna SetLlunes.


 Gracias por leerme, 

espero en los comentarios tus supersticiones...

susanasietelunas@gmail.com

martes, julio 14, 2020

QUÉ ES LA RELAJACIÓN Y COMO CONSEGUIRLA

RELAJACIÓN

La relajación es un estado de ausencia de tensiones.
Es importante aprender a relajar tu cuerpo y tu mente, pues cuando el cuerpo está tranquilo, libre de tensiones innecesarias, puede trabajar mucho mejor y sin gastar energías innecesarias, acumulándolas para cuando si las necesites.
Es fácil de aprender porque no requiere el menor esfuerzo sino todo lo contrario. El arte de relajarse es, sencillamente, comprender que cuando queremos descansar toda tensión muscular es inútil.
Para formarse una imagen de lo que es relajarse conviene que tires un abrigo o un vestido sobre tu cama. Obsérvalo al caer y mira como queda sobre el colchón tal como cayó, sin realizar el menor esfuerzo para sostenerse. ¿Te has quedado con la imagen?
Cuando trates de descansar tu cuerpo sobre la cama o en un sofá imagina que es el abrigo o el vestido. Abandónate al mullido encanto del colchón o del almohadillado de tu sillón.
Muchas personas piensan que es difícil relajarse. Viven en continua tensión y, por otra parte, ni en la escuela, ni en casa, ni en la universidad nos enseñaron la manera de hacerlo. Así no es extraño la enorme cantidad de dolores y malestares que acumulamos con los años.
Hay ciertas personas que les da, literalmente, pánico relajarse. Cuando duermen sus cuerpos parecen tablas. No descansan bien y están llenas de preocupaciones y dolencias diversas. ¿Por qué les da miedo lo que debería ser una sensación enormemente gratificante y placentera? Porque se han formado un programa mental que identifica la quietud y la relajación con la muerte o incluso con perder el tiempo... Sienten la compulsiva necesidad de sentir sus cuerpos y les parece que relajarse es abandonar su organismo. Tienen "miedo" hasta de dormir.
La relajación es agradable, placentera, gratificante y sinónimo de descanso y bienestar. Porque un cuerpo relajado puede funcionar mejor, recuperarse, armonizarse y curarse.
No existe estado más propicio para la curación del cuerpo, el descanso y la investigación onírica que la tranquila relajación.
Por eso voy a ayudarte a relajarte.
Pronto tendrás la satisfacción de haber dado un paso más de cara a tu equilibrio físico y psíquico.
Relajarse es abandonar hasta la intención de hacer algún esfuerzo físico.
Para relajarse simplemente hay que hacer NADA.
Piensa en el abrigo o el vestido.
Te sugiero que observes, estos días, cómo caminas, cómo te sientas, cómo trabajas. Trata de darte cuenta de la cantidad de músculos que utilizas innecesariamente. ¿Sabes la cantidad de energía que desperdiciamos cada día en tensiones musculares inútiles? ¿Podrás hacerte una idea de lo que tu cuerpo podría conseguir si pudiera utilizar esa energía para algo útil?
Conviértete en observador de tu propio cuerpo.
Detecta las fugas de energía.
Trata de hacer las actividades cotidianas usando sólo los músculos necesarios.

RELÁJATE

Ahora realizarás tu primer ejercicio sentado en un agradable sillón. 
Ponte cómodo y cierra los ojos.
Presta atención a tu cara. Normalmente, el que relaja su cara podrá relajar todo su cuerpo. Por eso vamos a fijarnos en las tensiones que acumulamos en la cara. Haz todos los gestos y carantoñas que se te ocurran. Cuando hayas movilizado todos los músculos de la cara pon tus dos manos sobre ella y siente como este acto te tranquiliza. Respira hondo, suavemente.
Deja tus manos caer sobre el regazo e imagina que tu cara es de goma. La tensión se va disipando y se borran las arrugas, se estiran los músculos por efecto de la gravedad. La expresión forzada de la cara se difumina, se borra... hasta que sientas que toda la tensión de tu cara ha desaparecido.
Ahora tu rostro ha rejuvenecido, está sereno, tranquilo, y esa paz la sientes por todo el cuerpo.
Cuando tu cara esté relajada pondrás en práctica una experiencia que te proporcionará una sensación especialmente placentera:
Con los ojos cerrados moverás ligeramente los músculos que nos hacen adoptar el gesto de la sonrisa. Sonríe ligeramente, aunque no tengas ganas.
Cuando hayas formado en tu rostro una sonrisa, respira hondo para que tu sonrisa inunde todo tu cuerpo y bañe todas tus células. Respira tres veces llenando cada parte de tu cuerpo con esa sonrisa.  
Si lo haces no necesitarás que te demos ninguna explicación más.
Ese será nuestro secreto.

TRUCOS PARA APRENDER A RELAJARTE

Te voy a explicar algunas técnicas para aprender a relajarte. Posiblemente alguna te parezca más interesante que las otras o se adapte mejor a tu carácter. Experimenta con ella; cuando sepas relajar tu cuerpo no precisarás de ningún tipo de ejercicio especial. Para aprender a relajarte no es necesario un tiempo definido de aprendizaje. Puedes saber cómo, de manera inmediata. Cuando te des cuenta de lo que te impide hacerlo, todo estará resuelto.

TÉCNICA 1:

Acostado, sentado o como mejor te encuentres, comienza imaginando una energía de color azul, muy agradable, que envuelve tu cara. Esa energía envuelve tu rostro y penetra hacia adentro proporcionándote una gran sensación de bienestar. Deja que esa energía azul relaje toda tu cara y tu cabeza. A continuación continúa imaginando esa energía envolviendo y penetrando cada parte de tu cuerpo: cuello, hombros, brazos, manos, pecho, espalda, abdomen... hasta los pies. Sigue tu propio ritmo, no tienes prisa. Finalmente imagina todo tu cuerpo envuelto en esa relajante luz azul. Experimenta el descanso que te proporciona. Permanece en ese estado de relajación el tiempo que quieras. Nota como tu cuerpo se encuentra feliz y descansando.

TÉCNICA 2:

Especial para imaginativos y juguetones. Imagina que tu cuerpo es una gran fábrica. En todo
tu cuerpo trabajan frenéticamente miles y miles de enanitos. Ahora tú determinas que es tiempo de descansar. Decides que todos esos pequeños trabajadores han de abandonar sus puestos de trabajo para que tu fábrica repose. Empieza desde la cara y visualiza cada parte de tu cuerpo, como en el ejercicio anterior. Ordena a esos enanitos que se retiren, que dejen de trabajar y a medida que lo hacen observa como tus músculos se relajan, las tensiones desaparecen. Puedes hacer que se reúnan todos alrededor del ombligo donde unas naves espaciales llevarán a esos miles de obreros a sus casas, lejos de tu cuerpo. Si prefieres el transporte terrestre imagínalos abandonando tu cuerpo a pie o en los vehículos que quieras. Cuando se retiran de sus puestos de trabajo, la fábrica (tu cuerpo) queda en paz, relajado, en silencio, en armonía.

TÉCNICA 3:

Se trata de imaginar la circulación sanguínea. Una de las curiosas virtudes de la imaginación es que cuando dirigimos la atención a una parte de nuestro cuerpo la circulación sanguínea en esa área se incrementa. Imagina tu cara y la sangre circulando por ella. Imagina cada una de las partes de tu cara (no tenemos prisa). Ve tus ojos, imagina como llega la sangre a ellos. Cuando lo hagas notarás un agradable calorcito y una sensación de relajación y descanso. Imagina parte por parte tu cuerpo viendo como circula la sangre entre cada músculo y cada órgano. Llega, así, a tus pies. Todo tu cuerpo estará relajado. Verifícalo. Si alguna parte se ha vuelto a tensar mientras tanto dedícale un poquito de atención y problema resuelto. Ahora tu cuerpo descansa feliz.

TÉCNICA 4:

En primer lugar corta unas pocas hebras de un ovillo de lana. Cuando tengas unas cuantas, de
igual longitud, coge un extremo con una mano y el otro con la otra mano. Sitúa las hebras, tensas, en posición vertical. Ahora suéltalas por el lado que está abajo. Las hebras permanecerán colgadas desde la mano que las sujeta por arriba. Sólo que ahora parecen estar relajadas, ya no están tensas. Quédate con esta imagen. Realizarás el recorrido que te es familiar por todo tu cuerpo, desde la cara hasta los pies. Imaginarás que cada uno de los músculos que puedas identificar (no importa la precisión con que lo hagas) son hebras de lana. Están tensos. Suéltalos por uno de sus extremos como hiciste con la lana hasta verlos relajados. La imagen de las hebras musculares sueltas evocará el estado de relajación. Siente como se "sueltan" las fibras musculares de todo tu cuerpo. Permanece relajado unos minutos o todo el tiempo que quieras.

TÉCNICA 5:

Este ejercicio se basa en un fenómeno fisiológico muy interesante. Tú sabes que todo tu cuerpo está cubierto de piel. La piel, a su vez, posee millones de pequeños poros que comunican el exterior con el interior. Inicia tu recorrido desde la cara. Imagina que los poros de tu piel se hacen más y más grandes. La piel da de sí, se distiende, se afloja, los poros crecen y crecen. Cuando termines tu recorrido por el cuerpo parecerás (en tu imaginación) una especie de queso gruyere. Un saco de piel cedida, floja, relajada. Naturalmente tu piel, en realidad no cederá ni un milímetro. Pero al imaginar esto, actúas sobre las terminaciones nerviosas que van a producir el milagro de la relajación. Es fantástico. Pruébalo. Luego piensa que el aire entra y sale por esos poros gigantescos como en una esponja. Imagina que respiras con cada uno de esos grandes poros y el aire circula por el interior de tu cuerpo. Experimentarás una gratísima sensación de bienestar.

Ahora ya tienes ideas para trabajar.
Aprende a relajarte y nunca te arrepentirás de haberlo hecho.

RELAJA TU MENTE

Los ejercicios anteriores utilizan la atención y la imaginación. Cuando se realizan como un juego, una diversión más que una disciplina, hacen que nuestra mente se evada de las preocupaciones cotidianas que nos tensan, nos preocupan o desequilibran.
Cuando tu cuerpo esté relajado puede concentrar su atención en una buena música, una
música relajante que previamente habrás elegido y puesto en tu equipo. Sumérgete en la música como la abejita en la flor. Deja que tu cuerpo y tu psique vibren con cada nota, con cada silencio. La música es una especie de don divino. Sana nuestro cuerpo y nuestra mente.
La mejor práctica de relajación mental que te puedo sugerir es:
Imagina que la música penetra en ti por los pies, se expande por todo tu cuerpo, lo armoniza y sale en forma natural por cada poro de la piel. Comprende que el poder de la imaginación y la música hacen verdaderos milagros. La auténtica felicidad está en las cosas aparentemente pequeñas.
Si no puedes escuchar música donde te encuentres en esos momentos, contempla un bello cuadro, una lámina, dibujo, foto o pintura que te inspire agradables sentimientos. Mírala con los ojos abiertos y luego, alternativamente, con los ojos cerrados sintiendo que los colores y la imagen penetran y bañan todo tu cuerpo.

Hay quien prefiere vocalizar, mentalmente, algún sonido elemental.
Puedes utilizar el famoso OM hindú. Ocupa toda tu mente con este sonido mental alargando el sonido de sus letras, así: oooooooooooooooommmmmmmmmmmm.
Deja que en todo tu cuerpo resuene esta sílaba.

Observa todos los beneficios que puedes obtener con sólo unos minutos de práctica. 
(Thomas Browne, Religio M) 


Gracias por leer hasta aquí y por dejar tu comentario de como te relajas tú, si usas alguno de estos métodos... o por sugerir tema del que te interesa que hable en próximos artículos de este Blog. 

SUSANA SIETE LUNAS
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