Para descubrir tu propósito o misión de vida, deberás comenzar por preguntarte en qué eres bueno, en qué te gusta hacer y qué te piden los demás que hagas por ellos. Si quieres seguir indagando entonces pregúntate como podrías mejorar tu entorno (o el mundo entero si te lo propones). Medita en cómo podrías sacar beneficio de eso que tan bien haces y de eso que los demás siempre te piden porqué lo haces tan bien. Luego piensa en cómo podrías hacer que te paguen por ello.
Para llegar a saber cual es tu objetivo en esta vida deberás comenzar por vivir el aquí y el ahora, el momento presente averiguando donde están las pequeñas cosas que te hacen feliz. Debes ser consciente de hacer lo que crees que realmente debes hacer, tal y como lo sientes y vivirlo al máximo, con tus mejores ganas y con tu mejor disposición a hacerlo lo mejor posible porque solo por ese hecho ya te hace sentir bien. Pues encontrar esos detalles fijándote en tu alrededor, en lo que haces cada día, en la gente que te rodea… Hazte con un diario o una libretita donde ir anotando las cosas que haces bien y te hacen sentir mejor.
También es muy importante que trates a tu cuerpo físico y mental, también el espiritual, lo mejor posible. Con buenos hábitos, comida saludable, pensamientos positivos y altruistas… Seguro que comprendes a qué me refiero y encontrarás tus propios valores/poderes que se te han otorgado y sabrás cuales debes ampliar y cuales por el contrario debes aprender a cambiar o mejorar.
Tú eres el único dueño de tu vida, el que mejor sabe dónde y cómo te sientes fuerte, capaz de todo y feliz. Ahí es donde debes indagar porqué ese es tu camino.
Imagina, visualiza y detalla por escrito todo aquello que sería tu vida ideal, aquella con la que serías totalmente feliz. El paso siguiente es buscar la forma de conseguirlo pero no te pongas metas muy difíciles o lejanas, empieza por crear un hábito diario, algo que te haga sentir bien y no estaría mal que añadieras unos minutos al día para meditar y escuchar a tu mente, alma y corazón para unirlos en una misma dirección.
Lo siguiente es seguir tus corazonadas, tu intuición. Proponerte la siguiente meta y sentirte orgulloso de todo lo que estás haciendo por ti mismo y por seguir tu misión de vida. Cuidar de las personas que cada nuevo día se acercan a ti tal y como te gustaría que ellas cuidaran de ti. Tratar a los demás como merecen desde tu corazón hará que ellos también se contagien de tu nueva fuerza y alegría, porque te puedo asegurar que estará ahí contigo y los demás la notarán apreciando tus cambios y queriendo ser tan feliz como tú.
Para conseguir esos cambios deberás aprender de ti mismo, deberás cambiar lo que sabes que ya no te funciona o solo te acerca más preocupación. Y el poder de hacerlo solo lo tienes tu.
Piensa en como quieres que te recuerden cuando ya no estés, o mejor aún, medita en como puedes mostrar tu mejor cara, tu mejor parte de tu yo. Esa es tu primera misión de vida. Y una vez conseguido ese paso las pruebas, ocasiones y lecciones llegarán solas a tu paso y te mostrarán como una linterna, los siguientes pasos a seguir. Ponte una meta y empieza a andar, sin excusas y con todas tus ganas la puedes alcanzar.
La misión de vida no es tan fácil como decidirla y conseguirla, en el camino hay mucho que aprender y todo ello te va a hacer crecer. El proceso es lo importante, como tu lo luches y como tu lo sientas. Requiere paciencia y mucho trabajo pero sabrás que has llegado a ella cuando todo lo que estés haciendo te llene, te guste, te haga feliz, te haga sentir más fuerte y orgulloso de estar haciéndolo bien.
También puedes inspirarte en las biografías de grandes sabios o personas que para ti puedan ser un ejemplo para seguir. Incluso ahondar en sus creencias o su forma de actuar, y reunir las que puedas inculcarte y llevar a cabo. Seguro que estas te llevaran a las siguientes y paso a paso conseguirás lo que te propongas.
Nuestro propio propósito de vida nos enseña a cada cual las lecciones que nos harán crecer y ser mejores personas. Nos ayuda a comprender las pruebas y obstáculos del camino con las situaciones que nos cuestan de entender y/o aceptar. Y ten por sentado que se repetirán las mismas pruebas hasta que las aprendas y actúes diferente.
En numerología puedes encontrar pistas e información sobre tu misión de vida. Canalizando también puedes recibir mensajes. Incluso con los Registros Akáshicos, el Reiki y otras terapias… la más fácil y sencilla puede ser la meditación. Pero la que tendrás que usar en todas ellas para obtener resultados es la de escucharte a ti mismo, saber qué es lo que se repite y no te gusta, lo que te atrae y te hace feliz, en qué chocas habitualmente con las conversaciones con los demás, etc etc todo ello te irá dando pistas que debes unir como en un puzle para llegar a ver la imagen completa y saber hacia dónde quieres ir, y cómo lo quieres hacer y vivir.
Pues te dejo con la tarea de averiguar tu misión
de vida, no sin antes darte otra pequeña pista ¿sabes porqué y para qué te
levantas cada mañana? ¿Qué es lo que haría que todas tus mañanas estuvieras
feliz de levantarte para hacerlo? ¿Estás haciendo lo que quieres y te gusta? ¿Hay
algo que has ido postergando y te encantaría hacer? ¿Debes tomar decisiones que
podrán cambiar tus rutinas pero no te atreves? ¿Es tu vida tal cuál la quieres
vivir? Recuerda cuando eras niño ¿quedan sueños por cumplir? ¿Las personas de
tu alrededor te acompañan y empujan, o te arrastran y entorpecen el paso? ¿Sientes
que lo que haces te hace sentirte orgulloso y feliz?
Ahí lo tienes, ya tienes trabajo. Medita y/o anota
tus respuestas porqué en ellas hallaras tus propias respuestas.
Espero haberte guiado o ayudado un poco, y nos cuentes como has averiguado finalmente tu misión o propósito de vida, en la ventanita de los comentarios.
Muchas gracias por leer hasta aquí y hasta el siguiente artículo.
SusanaSieteLunas.
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